Otto Wagner y la Secesión
Otto Wagner inicia en Viena el tránsito del historicismo a la modernidad. Defiende la gran ciudad moderna y la adaptación de la arquitectura y el urbanismo en el hombre moderno, entregado a la economía. Reclama que la forma responda a la función y que los objetos prácticos se creen a partir de las tecnologías modernas y de nuevos materiales de construcción. Los artistas de la Secesión, por otro lado, se refugian en una ornamentación con motivos abstractos inspirados en la naturaleza y pretenden transformar la vida en arte. Los muebles de la casa, los accesorios, debían responder a la psique del hombre nuevo. Adolf Loos se impondrá a esta situación con su radical postura contra la ornamentación.
“Lo que no es práctico no puede ser bello.”
Otto Wagner