Poner nombre a la joya
Saber interpretar las formas del viento, el movimiento de las aves, los sonidos de la materia o la reverberación de la luz. Los nombres de las colecciones Majoral este mapa de saberes antiguos que brota del pensamiento analógico.
Si poner nombre cierra el proceso creativo de las joyas, el dibujo que moldea la memoria perceptiva es, a menudo, el punto de partida. No se trata de esbozos, sino de formas sencillas y frágiles que surgen de un impulso elemental y armónico. Transportan emociones que se expresan esenciales.