Seguros

El Día. Hojalata. c. 1910. G. de Andreis, Badalona. Colección Mateu Llinàs i Audet. Fotografía: Frederic Camallonga

Giovanni Guerzoni. La Catalana. Cartel. Hojalata. c. 1917. G. de Andreis M. E., Badalona. Colección Mateu Llinàs i Audet. Fotografía: Frederic Camallonga

Banco Central. La Hucha. Hojalata. c. 1930. G. de Andreis M. E., Badalona. Colección Mateu Llinàs i Audet. Fotografía: Frederic Camallonga
Las placas de hojalata fueron el soporte publicitario de las compañías de seguros desde los primeros años del siglo XX: marítimas, contra incendios, de vida, que suelen exhibir su capital con el fin de garantizar la fiabilidad. La necesidad de “protegerse” crece a medida que aumenta el bienestar social. Este es el origen de las aseguradoras modernas para hacer frente a hechos imprevisibles que pueden comportar grandes daños y la pérdida de un patrimonio personal, familiar o industrial. Nacidas en el siglo XVIII, en el siglo XX las compañías y las mutuas se multiplicaron. La primera ley general en España sobre los seguros se promulgó el 14 de mayo de 1908.