«Nos encanta trabajar el food design para alegrar la vista con una presentación pensada de la mejor forma»
Sandra y Salvador representan la segunda generación de pasteleros de la familia Sauleda, que tras 50 años de actividad y expansión llegaron al Museo del Diseño en 2015 para dejar a los visitantes con buen sabor de boca. En su día a día experimentan constantemente con el food design y las posibilidades infinitas y creativas del mundo del packaging.
Contáis con cinco pastelerías en activo en toda Cataluña. ¿Cuál es vuestro signo identitario?
La calidad, la tradición, la artesanía, el producto de proximidad y de temporada… tienen un peso muy importante, con el objetivo de hacer disfrutar siempre a nuestros clientes.
Después de media centuria trabajando el mundo de lo dulce (y lo salado), ¿qué cambio generacional habéis experimentado con respecto a la forma de trabajar el food design?
La evolución es básica, tanto con las nuevas propuestas como con los métodos de elaboración que experimentan con nuevas tecnologías. Nos encanta trabajar el food design para alegrar la vista con la presentación pensada de la mejor forma y satisfaciendo todos los sentidos.
El packaging es también uno de vuestros puntos fuertes, tal como hemos visto con el «Panettone. Panettwo. Panetthree» ¿Qué crees que aporta a quienes os hacen una visita a la cafetería del Museo?
A mí personalmente me viene en mente el divertimento, simpatía, alegría: ¡todos sabemos que la comida entra primero por la vista! Para nosotros el hecho de estar en la cafetería del Museo del Diseño es todo un reto y un lujo, y nos visita un público muy sensible a los productos que ofrecemos.
En el Museo del Diseño trabajáis para vincular exposiciones como «Tapas. Spanish Design for Food» con un gran aliado: el paladar. ¿Qué propuestas tenéis en mente para los próximos meses?
Pues sí, es muy divertido poder trabajar conjuntamente con las exposiciones. Este hecho nos hace estar siempre muy atentos y activos con nuestras propuestas, con el fin de poder diseñar diferentes platos, aperitivos o postres que nos den todo lo que queremos transmitir en cada momento.
Y por último, no podía faltar un buen menú de Navidad. ¿Alguna sorpresa que nos tengáis preparada?
Hemos trabajado duro para poder sorprender a nuestros clientes: un turrón de cheese cake sorprendente, un tradicional carquinyoli transformado en turrón o una tarta Tatin de tomates con texturas de bacalao ¡para chuparse los dedos! Tenemos muchas propuestas en el catálogo de Navidad, con platos de un diseño equilibrado, buscando diferentes texturas y colores.