La curva mágica. Mueble de haya y ratán

Al final del siglo xix se consideraba una cosa casi mágica que, mediante el calentamiento de la madera, esta se pudiera doblar y, con ciertas condiciones, mantener la nueva forma curva deseada. Todas las maderas se pueden curvar, pero la haya y el ratán son materiales especialmente flexibles y sólidos, muy aptos para hacer muebles, y para eso se han utilizado. Entre el final del siglo xix y el inicio del xx, la producción y el consumo de muebles de haya curvada se desarrolló por toda Europa, con empresas como las de los hermanos Thonet o Jacob & Josef Kohn. A escala nacional, los fabricantes valencianos encabezaron una producción que encontró en Barcelona, y por extensión en todo el territorio catalán, una gran aceptación, desde los hogares acomodados hasta los cafés populares. Hoy, en pleno siglo xxi, la magia de la curva se vuelve a valorar, ahora con madera de ratán.