“La percepción colectiva ya se ha convertido en uno de los elementos más intrigantes de los procesos de diseño”

Hablamos con Alessandro Manetti, diseñador de estrategias, investigador de tendencias, director de arte, gestor cultural y comisario de la 18ª edición de la Barcelona Design Week 2023. Una edición que está expresamente asociada a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible declarados por Naciones Unidas:

Alessandro, entrando en la 18ª edición de BDW, ¿qué aspectos nos preocupaban en el mundo del diseño hace dieciocho años que siguen existiendo hoy en día?

Durante los últimos veinte años, el mundo en el que vivimos ha experimentado una transformación radical. La llegada de una comunicación omnipresente a través de las nuevas generaciones de conectividad, Internet y, lo más importante, la telefonía móvil, con la aparición de los smartphones, ha alterado para siempre la manera en que interactuamos con las personas, los productos, los espacios y cómo percibimos el universo de valor de una marca, una empresa privada o una institución. En consecuencia, el foco del diseño ha cambiado.

No solo ha evolucionado la tecnología de la comunicación, sino que la introducción de nuevos materiales, innovaciones científicas en áreas como la genética, la biología y los adelantos en el procesamiento y la gestión de datos han permitido una inmersión más profunda en la fase de investigación de un proyecto de diseño. Esto ha dado lugar a la necesidad de integrar nuevas disciplinas de las ciencias sociales y humanas, como la antropología, la sociología, la psicología del consumidor y el conocimiento de nuevos ámbitos tecnológicos.

El diseño ha pasado de centrarse en los mercados y el consumidor como objetivos, para alcanzar, convencer y atraer a través del diseño, progresivamente hacia una posición de escucha, integración en el proceso creativo y colaboración con el usuario, considerando sus necesidades actuales y futuras, deseos y expectativas.

Finalmente, hay que tener en cuenta que las inquietudes de hace veinte años en Europa y, generalizando, en el mundo occidental son similares a las actuales en otras partes del mundo, puesto que vivimos en un planeta globalizado con diversas fases, en términos de cultura del diseño y la adopción del proceso del diseño en los sectores empresarial e industrial. En otras palabras, el diseño continúa utilizándose hoy en día para crear demandas innecesarias en mercados que todavía no son plenamente maduros, como en China o India, mientras que en Europa se emplea cada vez más en procesos de innovación sistémica y en el desarrollo de estrategias.

¿Qué piensas del diseño del futuro? ¿Se trata necesariamente de un trabajo colectivo? ¿Cómo ves un futuro diseñado con "intuición colectiva"?

Ahora, según mi opinión, nos encontramos en otro punto de inflexión: la introducción de varias herramientas relacionadas con la inteligencia artificial en los procesos de diseño en todas las fases principales de investigación, pensamiento creativo y prototipos, no solo aportará una mayor velocidad y precisión para conseguir los resultados finales, sino que también mejorará el resultado general de un proyecto con mayor poder computacional, profundidad de información y una gama más amplia de opciones entre diferentes versiones y alternativas para abordar el problema de un cliente o brief.

El diseño del siglo XXI es innegablemente colaborativo y participativo. La percepción colectiva ya se ha convertido en uno de los elementos más intrigantes de los procesos de diseño contemporáneos, especialmente en la generación de soluciones para cuestiones complejas y sistémicas, como las abordadas durante las actividades organizadas en esta edición de la Barcelona Design Week.

Desde tu punto de vista, ¿cómo es este futuro y cómo puede influir en los objetivos de sostenibilidad?

Estamos exactamente a medio camino entre la declaración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de 2015 y su hipotético cumplimiento el 2030. Esto implica que conseguirlos en un futuro inmediato parece poco realista. El colectivo de diseñadores de Barcelona y de la comunidad internacional, en colaboración con instituciones de gobierno global como las Naciones Unidas, puede ejercer un papel crucial. No solo pueden concienciar y comunicar la importancia de adoptar buenas prácticas y políticas de implementación de los ODS a varias audiencias, sino que también pueden proporcionar soluciones tangibles en varias disciplinas de diseño: espacios, productos, sistemas de comunicación, diseño de interacciones entre tecnología y usuarios, servicios y estrategias de innovación.

Finalmente, ¿puedes compartir con nosotros ejemplos de iniciativas o proyectos que ejemplifican el impacto positivo desde una perspectiva de "intuición colectiva" en el diseño y la forma en que han contribuido?

Un claro ejemplo de como el diseño colaborativo y participativo, junto con la arquitectura, puede servir como modelo para construir un futuro sostenible de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es la iniciativa global para promover el objetivo ODS número 18, que reconoce el diseño como un elemento fundamental en la formación del presente y el futuro de las personas, lanzado a través de la colaboración entre la Barcelona Design Week y 48H OPEN HOUSE. En consecuencia, la Barcelona Design Week y el festival han designado el Wikihousing Barcelona por Straddle3, Organic Society como "BUILDING 18" para enfatizar los valores y la importancia de un diseño que se centra en la asociación, comunidad, autoconstrucción, modularidad y rentabilidad en proyectos de vivienda. El proyecto se desarrolla en tres fases. La primera fase implica clases teóricas impartidas por expertos en vivienda, arquitectura, fabricación y gestión. La segunda fase consiste en talleres prácticos para el proceso de construcción. La fase final alcanza la construcción de un prototipo de vivienda en una parcela pública. Para minimizar el impacto medioambiental y económico, el proyecto prioriza el uso de materiales reciclables o reutilizables, como madera recuperada, pilares, fajos y estructuras metálicas, asegurando un enfoque sostenible al diseño y la construcción. Este enfoque colaborativo y participativo no solo proporciona una vivienda asequible, sino que también promueve la innovación y la responsabilidad medioambiental, alineándose con los ODS y mostrando el poder del diseño en la formación de un futuro más sostenible y equitativo.

Ajuntament de Barcelona