Materia Digital
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Butaca Hortensia. Andrés Reisinger (artista digital) y Júlia Esqué (diseño). Barcelona, 2019. Préstamo Reisinger Studio. Foto: @Reisinger Studio
La fusión entre el mundo físico y el digital está transformando nuestra realidad, desdibujando fronteras y ampliando las posibilidades del diseño. Escenarios y diseños visionarios pueden ahora materializarse gracias a herramientas como la fabricación digital que democratiza la producción de objetos. Tecnologías como el modelado 3D y la inteligencia artificial convierten, con facilidad, ideas en realidades tangibles, mientras que los videojuegos emergen como un medio narrativo y espacial que amplía nuestra capacidad de imaginar y experimentar.
Al mismo tiempo, la producción masiva de datos, facilitada por tecnologías móviles, convierte nuestras acciones cotidianas en valiosas fuentes de información. Estos datos son esenciales para planificar ciudades y nuevas cartografías digitales que desvelan aspectos invisibles de la vida urbana.
Esta revolución digital no está exenta de impacto. La industria tecnológica consume el 10 % de la electricidad mundial y genera casi el 4 % de las emisiones globales de CO2, lo que revela un alto coste medioambiental. En este contexto, diseñar en la intersección de lo físico y lo digital nos desafía a imaginar nuevas posibilidades, a la vez que nos invita a reflexionar críticamente sobre el impacto material de nuestras tecnologías y a buscar alternativas más sostenibles.