‘El lenguaje que utilizo para las creaciones artísticas es el código de programación’

Alba G. Corral es una artista visual y programadora creativa que desde hace una década crea arte generativo a través de la programación. Esta creadora explora muchos campos de expresión como la actuación en directo, el vídeo, los medios digitales y la instalación.

Con la obra Mercurio, es una de las artistas que participa en la exposición Digital Impact que se puede ver en el Disseny Hub hasta el 27 de agosto.

Hablamos con ella sobre su trayectoria, su obra y su proceso creativo.

Has colaborado en la primera colección de España especializada en ciencia y tecnología. Ahora también participas en ‘Digital Impact’. ¿Se considera el arte digital todavía exclusivo para un público muy concreto? ¿Percibes que se están moviendo las políticas para dar el salto al gran público?

Nunca he pensado ni sentido que el arte digital es exclusivo para un sector del público. De hecho, el arte digital es mucho más expansivo y popular de lo que se plantea dentro de los circuitos de exposiciones y galerías. Quizá hayan sido los últimos en exhibirlo y en reconocerlo. Aún tenemos que escuchar críticas como que el arte digital no es arte o que es frío y aún hay algunas instituciones contemporáneas que dan la espalda y no lo consideran con el cuerpo suficiente para exponerlo. Pero el público está más que educado en el arte digital. De hecho, consume arte digital en dispositivos, en videojuegos, en conciertos, en espectáculos, etc... Las políticas del mercado del arte se están moviendo por el simple hecho de que ahora se puede especular más con él.

¿Tu formación como ingeniera te ha ayudado a ser mejor artista? ¿En qué te ha influenciado?

El lenguaje que utilizo para las creaciones artísticas es el código de programación. Lo aprendí hace mucho tiempo antes de mi formación como ingeniera (con un amstrad CPC 464 Bits y con el lenguaje de programación BASIC). No diferencio mi práctica en artística ni en computacional, va ligada. Lo que quizá me hace ser mejor artista es la práctica y la constancia.

¿Puedes explicar cuál es proceso creativo de una artista en el mundo digital?

No podría generalizar, ya que cada proceso es totalmente diferente, y más en el mundo digital donde hay tantas herramientas distintas. Podría explicar cuál es el mío, que se parece mucho al proceso creativo de la pintura. Diferenciando que mis pinceles son digitales. Son construcciones lógicas realizadas con algoritmos que me permiten después en tiempo real (mientras se ejecuta el programa) poder pintar y modificar parámetros. Es una coautoría con la máquina, que genera comportamientos previamente definidos, con cierta aleatoriedad, pero con un componente grande de artesanía y de creación manual.

¿En qué consiste la belleza del algoritmo?

Tiene mucho que ver con la belleza que hay en la naturaleza o la belleza matemática de nuestro entorno. El algoritmo puede ser útil, bello, útil y bello, o inútil y bello. La definición más formal y obsoleta del algoritmo es "Conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema", pero en la creatividad computacional no decimos que el algoritmo resuelve problemas.

El algoritmo nos permite poder enmarcar la pieza artística en una serie de procesos y de pasos, como una receta culinaria. La belleza del algoritmo puede estar en la apreciación estética que se encuentra en el diseño y en la implementación de éste. Pero también en el resultado, a veces inesperado del mismo y a veces bello.

¿Cuáles son tus referentes en el arte digital? ¿Y en el no digital, tienes alguna influencia?

En el arte digital quiero nombrar a Elena Asins (1940 - 2015), pionera en el arte matemático y digital. La primera vez que vi un algoritmo expuesto en un museo fue en el Reina Sofía y era una de sus creaciones. Conectó el arte con la matemática y la tecnología. Tuve la suerte de intercambiar algunos mails con ella antes de su fallecimiento. Sin duda un referente.

Otra de las artistas es Lia, otra pionera que lleva produciendo piezas desde el 1995. Gran influencia y referente en el arte generativo. Sigue en activo y es una maravilla poder contar siempre con su aliento y su manera de abrir camino.

Finalmente, quiero destacar a Hilma af Klint, artista sueca y pionera del arte abstracto. Maestra de modelar lo invisible y dibujar desde lo subjetivo mucho antes que otros hombres, que se llevaron el reconocimiento de ser pioneros. Lamentablemente sigue pasando en la escena actual.

También te dedicas a la docencia. ¿Cómo ves el futuro de esta disciplina?

Sigo dando talleres de introducción a la programación y de cómo dibujar con código. Me parece fundamental romper con los tópicos que dicen que la programación es difícil. Como dice mi gran amigo Sam Aaron, no es difícil, sino diferente. Quizá siento que la docencia se ha mercantilizado y debería ser incluso más descentralizada de lo que es actualmente.

Hay una oferta descomunal en las grandes ciudades y mucha más información y contenido para aprender, aunque tiende a la conceptualización más que a la práctica, y eso me preocupa un poco. Deberíamos volver a los labs, a los procesos de enseñanza común, sin tener una jerarquía tan marcada. Deberíamos tener más lugares para experimentar, para equivocarnos, para disfrutar del aprendizaje. Lo echo de menos.

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