Las lámparas más sugerentes de la colección de Museo del Diseño
El festival Llum BCN transformará este fin de semana el barrio de Poblenou en un laboratorio de investigación al aire libre, en el que artistas y creadores explorarán a través de la luz nuevos significados para el espacio público y cuestionarán los límites de nuestras percepciones. Este año 26 instalaciones artísticas y otras 17 creadas por diferentes escuelas de diseño de la ciudad interaccionarán el diseño de iluminación con otras disciplinas: desde la arquitectura, el arte y el movimiento hasta la realidad virtual, la ciencia y la inteligencia artificial.
En el Museo del Diseño de Barcelona conservamos una amplia colección de lámparas, con piezas que transitan entre el diseño y el arte y proponen nuevas y sugerentes formas e interpretaciones en el espacio doméstico. Es el caso de la lámpara de pie Alta Costura, que forma parte de la exposición Del mundo al museo. Diseño de producto, patrimonio cultural. Con la voluntad de conseguir una tonalidad cálida y ambientalmente evocadora, Josep Aregall jugó con formas poco convencionales, envolviendo la lámpara con un elemento de grandes medidas.
En estos límites formales se mueve también la obra de Manel Ybargüengoitia. Uno de sus sellos es el interés por las formas zoomórficas. Pixi es un ejemplo de esta predilección por el mundo animal, en este caso el ratón, que destaca por su carácter eminentemente expresivo cuando varios de estos objetos se disponen de manera simultánea.
A medio camino entre candelabro y aplique sobredimensionado, la lámpara Anna forma parte de la colección Útiles de Carles Riart, que recupera la vía más especulativa y de mayor complejidad tecnológica y conceptual desarrollada en los años setenta con su primera colección de muebles especiales. Casi todas sus obras esconden una historia personal. En este caso, la pieza toma el nombre de su ahijada, muestra de la intensidad poética del conjunto, en el que Riart llevó al límite los aspectos expresivos del objeto para cuestionar la tipología clásica y ortodoxa de mobiliario.
El aspecto más remarcable de la lámpara de mesa Zeleste, de Àngel Jové y Santiago Roqueta, es quizá el uso del alabastro como único material. Precisamente esto dota la pieza de connotaciones pseudomágicas, ya que una luz que emana de un elemento de piedra aparentemente macizo no deja de sugerir algo inquietante, oculto. De este modo, se establece una relación especial entre objeto y observador en la que es difícil determinar quién está al servicio de quién.